domingo, 12 de febrero de 2012

Que es el Chia?

Si no conoces esta semillita es momento de hacerlo, pues es una de las semillas que contienen más propiedades benéficas para la salud. La chía, conocida también como Salvia hispánica.

Hace más de 3.500 años, los indios olmecas sudamericanos utilizaban las semillas de chia como alimento sagrado, pero también la usaban a diario como base de su alimentación.

Con un pequeño puñado, los guerreros aztecas podían andar sin fatigarse y sin tener que comer durante horas, dada sus propiedades energéticas. Pero, con la llegada de los conquistadores españoles, la chia cayó en el olvido.

La chia es un producto natural y muy sano. Posee selenio que nos ayuda a producir enzimas antioxidantes. También otorga vitalidad y fortalece el organismo gracias al potasio, hierro y calcio.

Contiene Omega-3, el ácido graso que el organismo no puede fabricar, y que actúa contra colesterol malo (LDL) y los triglicéridos, y que además interviene en las transmisiones bioquímicas de las neuronas.

También contiene Omega-6 y Omega 9.

Aunque es muy energético, no engorda nada.

Por ejemplo, 100 gramos de semillas de chia contienen 550 calorías, pero además, contiene:

* Fibra: 100% más que cualquier cereal en hojas.

* Calcio: 500% más que la leche.

* Magnesio: 1400 % más que el brócoli.

* Fósforo: 800% más que la leche entera.

* Omega–3: 700% más que el salmón atlántico.

* Potasio 100% más que el plátano.

* Hierro 200% más que la espinaca.

* Selenio 30% más que el lino.

Es muy importante incluirlas en la dieta diaria ya que está especialmente indicada para combatir el colesterol y los triglicéridos altos entre otras dolencias ya que actúa directamente a nivel celular.

Entre sus reconocidas propiedades encontramos que ayuda a mejorar los niveles decolesterol en sangre, como así también regula los triglicéridos altos, el mal de Alzheimer, déficit atencional, embarazos complicados, molestias por lactancia, reuma, artritis, asma, bipolaridad, estrés, depresión, inflamaciones intestinales ( enfermedad de Chron) y beneficia toda la parte muscular en general.

La Chía es ampliamente recomendada por los médicos, las dosis indicada es de 5 gramos diarios para mantener la salud y de 25 gramos cuando hay colesterol alto o alguna otra dolencia más comprometida.

Cuando hay problemas de intestinos como estreñimiento es aconsejable tomarla en ayunas, deben remojarse las semillas en un vaso de agua mineral o hervida previamente y luego fría, durante 1 hora aproximadamente.

De esta manera se formará una especie de gelatina la cual puede guardarse en un recipiente bien tapado durante 30 días en la heladera. Esta gelatina se puede consumir mezclándola con diferentes preparaciones como: ensaladas, arroz, sopas, jugos, yogur, ensaladas de frutas, postres, etc.

jueves, 2 de febrero de 2012

Las dietas "milagrosas"

La dieta del pomelo, la de la sopa comegrasas, la de detox, la alcachofa, las disociadas... prometen hacerte perder mucho peso en poco tiempo.
Si lo consiguen es a costa de tu salud y, además, enseguida vuelves a recuperarlo. Por tu salud y tu economía, huye de las ‘dietas milagro’ para adelgazar.
Hay algo peor que comer mucho o tener unos kilos de más: las ‘dietas milagro’. No se puede perder en dos días lo que se ha ganado en varios meses o años: va en contra de toda lógica y de la naturaleza misma.
Las dietas muy restrictivas, basadas en la ingestión de un solo alimento o en la disociación rompen nuestro equilibrio interno y pueden poner en grave riesgo nuestra salud... Y no es para menos: durante ‘X’ días nos alimentamos poco y exclusivamente de uno o varios alimentos, lo que supone un déficit muy grave de los nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar correctamente.
Pero el cuerpo, que es muy sabio, nos pasa factura en poco tiempo: cansancio, dolor de cabeza, insomnio, cabello quebradizo, uñas débiles, piel apagada, nerviosismo, mal humor, etc. Si la dieta se mantiene durante un periodo más largo de tiempo, los problemas pueden ser mayores: envejecimiento prematuro, anemia, desarreglos hormonales, mal funcionamiento de los riñones, trastornos de la alimentación, alteraciones estomacales...
Y lo más frustrante: rápidamente se recuperan los kilos perdidos. La explicación es muy sencilla. La pérdida de peso se debe sobre todo a la pérdida de líquidos y glucógeno en lugar de grasa. En consecuencia, al volver a la dieta habitual, aunque se coma poco, nuestro cuerpo asimila muy rápidamente todo aquello de lo que se le ha privado. En una dieta muy restrictiva, el metabolismo baja y llega a reducirse tanto que cualquier migaja engorda y no hay forma de adelgazar.
Respecto a los ‘productos milagro’ (pastillas, cremas, infusiones, preparados...), son tan engañosos y perjudiciales como las dietas rápidas. No hay nada que permita perder peso como por arte de magia, aparte de una dieta adecuada a las características de cada persona y el ejercicio.
Para perder peso de una forma eficaz y duradera, no hay más remedio que seguir una dieta hipocalórica individualizada y elaborada por un especialista (nutricionista). La dieta debe ser equilibrada y contener todos los alimentos necesarios para el organismo, reduciendo el consumo de grasas y azúcares innecesarios.
Pero lo más importante es que esa dieta nos conduzca hacia unos hábitos alimenticios sanos de por vida. Si esto no se modifica, ninguna dieta nos hará adelgazar y seremos víctimas del efecto ‘yo-yo’ y de una mala salud general. Si a unos buenos hábitos alimenticios sumamos algo de ejercicio, el éxito para nuestra figura y nuestra salud estará asegurado.